Cabral se ha convertido en un "Estado de Sitio Policial". En nuestro pueblo, no se permite compartir en el parque después de la medianoche, bañarse en un río a cualquier hora, y ahora enfrentamos un boicot contra el Rally que marca el inicio de las festividades de Semana Santa. Este evento incluye la coronación de la Reina, Reina Cachúa, Rey Cachúa, el desfile de Carnabral y las tradicionales corridas de Cachúas.
Respaldados por un reconocido y siniestro personaje que se opone a todo lo que no puede dirigir o controlar, los agentes policiales imponen restricciones basadas en supuestas disposiciones presidenciales y del Ministerio de Interior, que en realidad son falsas. Con este pretexto, han instaurado un régimen de control autoritario que viola los derechos fundamentales consagrados en la Constitución dominicana.
A pesar de estos abusos, ninguna autoridad política, ni del gobierno ni de la oposición, se ha pronunciado contra los constantes atropellos de la policía. Cabral se ha vuelto un pueblo extraño incluso para sus propios habitantes, quienes ya no disfrutan de su tierra y, en muchos casos, no desean seguir viviendo en ella. Como si esto fuera poco, también se nos impide comprar tilapias, víveres, granos y verduras a los vendedores de la Esquina Caliente.
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