A Paula Santana le faltaba menos de un año para culminar el curso
de auxiliar de vuelo o azafata, que había iniciado con el propósito de sacar
adelante a su madre, Johanny Escalante. Mientras tanto, trabajaba en la empresa
de zona franca Integer Holdings, de dispositivos médicos para pacientes
cardíacos, para poder cubrir los costes de esos estudios.
El más grande anhelo de la joven de 23 años, que vivía en la
Riviera del Caribe, en Santo Domingo Este, era montarse en un avión y viajar a
todas partes de mundo. Para cumplir ese deseo, sacó por primera vez su
pasaporte antes que sus hermanos mayores. Sin embargo, el pasaporte se quedará
debajo del colchón donde lo guardó luego de que, aún en circunstancias no
esclarecidas, le arrebataran la vida.
“Somos cuatro, ella era la más pequeña y con la decisión e
independencia que la caracterizaba, sacó hace meses su pasaporte y lo tenía
debajo del colchón de la cama, ahí está todavía”, narró a LISTÍN DIARIO la
hermana de Paula, Jeranny Escalante.
El rostro hinchado y la voz desgastada de la hermana de Paula nos
dieron la bienvenida a su humilde hogar, donde sobresalían dentro de esas
cuatro paredes fotografías de Paula, de su graduación de bachiller, de
festividades con sus hermanos y otros momentos felices.
“Una niña inteligente, tenía un desempeño que ningunos de sus
otros hermanos tenía… sabía hasta inglés. Era una niña feliz, con mucho deseo
de superación y metas. Era excelente tía, loca con sus sobrinos… Todos los
caprichos se los concedía”, describió Jeranny, de 26 años de edad.
Previo a su desaparición, hace unos pocos días había compartido
con los dos hijos de Jeranny, momento del que solo queda una grabación. Ella
contó que Paula se los llevó para su casa, porque vivía sola “y grabó que la
niña no se quería peinar y ella le estaba diciendo, tú con tanto cabello, que
Dios te los bendiga, y no te quieres peinar”.
Las cosas se pusieron feas para Jeranny, su madre y demás
familiares cuando recibió una llamada el miércoles 21 de la empresa donde
laboraba Paula, notificándole que su hermana “se ausentó”.
“Yo me lo encontré extraño porque la empresa nunca me había
llamado para decirme cuando ella faltaba. Ella incluso se quedaba en mi casa
algunos días que le dolía la cabeza y faltaba y ellos nunca me llamaban, pero ese
día me llamaron”, externó.
De ahí en adelante, mil dudas invadieron su cabeza sobre el
paradero de Paula.
Jeranny, quien trabaja en la misma zona franca,
pero en una empresa diferente, explicó que su hermana se fue a la medianoche
del día anterior, pero no regresó en el transporte a las 6:00 de la mañana de
ese mismo día como de costumbre.
La familia empezó a divulgar y preguntar entre
familiares y amigos si la habían visto, pero la respuesta fue negativa y poco
esperanzadora. Fue a las 3:00 de la madrugada del jueves, cuando el mismo grupo
de familiares y amigos encontraron, en las inmediaciones de la compañía, en un
pozo séptico, el cuerpo de Paula con signos de violencia.
LLANTO
DESOLADO
Sin poder controlar su llanto y la tristeza,
Escalante, madre de Paula Santana, afirmaba ante los medios de comunicación que
era acosada desde hace tiempo, pero no dejaba el trabajo para poder pagar los
estudios y su casa.
Según ella, Paula lo había reportado a Recursos Humanos, pero no
le hicieron caso.
Le había sugirerido a su hija que dejara el trabajo porque era de
noche, pero Paula le explicó que no podía renunciar porque con eso era que
pagaba sus estudios y la casa, además que en la zona franca había seguridad.
Entre llantos la madre de la joven muerta dijo: “Mi muchacha, me
la violaron, me le dieron golpes, me la mataron y después la echaron en una
cuneta. No entienden el dolor mío, ayúdame Dios”.
Además, contaron que si ella no abordó el autobús, el personal de
la compañía debió notificarlo e infórmalo a la familia.
Entre lágrimas de dolor, los familiares contaron que en la empresa
no hay la seguridad necesaria que ellos dicen, ya que “no había pruebas de las
cámaras de seguridad, porque supuestamente no están instaladas”.
SEPULTURA
Pasadas las 4:00 de la tarde, fue sepultado el cuerpo de Paula en
el cementerio Cristo Salvador. Sus familiares pronunciaron que quieren
“justicia” y, además, pidieron que sea interrogado “todo el personal de la
compañía, porque no puede ser que fuese en el trabajo y nadie se dio cuenta de
nada”.
SIN PRECEDENTES
Moradores de la Riviera del Caribe catalogaron la situación como
una desgracia sin precedentes. “Hacerle eso a un joven que era de sus estudios,
al trabajo y su casa”, comentó Odalis, vecina de la madre de Paula. Otros se
manifestaron consternados porque “no estuvo segura ni en su lugar de
trabajo”.que fuese en el trabajo y nadie se dio cuenta de nada”.
Detenidos
De acuerdo con el vocero de la Policía Nacional (PN), Diego
Pesqueira, varias personas que laboran en la empresa donde trabajaba la
fenecida joven, están siendo interrogadas por sospecha de vinculación con su
vil asesinato.
Paula estaba desaparecida desde
el martes.
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