San Pedro de Macorís, RD: Haberse salvado de un primer ataque de su pareja, que le había propinado nueve estocadas, no salvó después de la muerte a Juana Dominga Salas, a quien ya su asesino, Johan Aníbal González, con quien tenía una conflictiva relación, le había advertido de su final.
“Él se lo decía; que la iba a matar”, repetían hermanos y allegados de Juana en las afueras de la morgue del Hospital Regional Antonio Musa, donde yacía su cuerpo.
Juana Dominga Salas, quien murió a manos de su pareja la madrugada del pasado domingo, habría interpuesto una querella contra su verdugo en una primera agresión hace más de un año, cuando éste le propinó nueve puñaladas. El hombre fue liberado un año y cuatro meses después, bajo un supuesto acuerdo con fiscales.
Según denuncia, Valentín Domínguez Salas, hermano de la víctima, en 2018, Johan Rodríguez le infirió varias puñaladas a Salas, pero ella sobrevivió y, al recuperarse, se querelló ante la Fiscalía de Violencia de Género de San Pedro de Macorís, que se encargó de llevarlo ante la justicia.
Familiares de la víctima contaron a Listín Diario que González fue detenido y estuvo varios meses en prisión, de manera preventiva, pero allegados del victimario empezaron a proponerle a Juana que firmara un acuerdo para que este obtuviera su libertad.
Listo para el crimen
Sus hermanos dicen que aunque Juana no continuó dando seguimiento al caso, la fiscal, en su condición de “accionante público”, lograría la condena de Rodríguez, pero más tarde se dieron cuenta que había sido liberado porque lo veían frecuentemente en el pueblo.
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