Puerto Príncipe: Con más caminos bloqueados en todo el país, Haití inició el lunes la quinta semana de protestas luego de que los líderes de la oposición dijeron que no cederán a su exigencia para que el presidente renuncie.
Aunque la capital Puerto Príncipe estaba relativamente tranquila, las manifestaciones en otras ciudades y localidades se producían un día después de que miles de haitianos marcharon por la ciudad en una protesta pacífica organizada por artistas. Grupos empresariales, líderes eclesiásticos y organizaciones de derechos humanos se han sumado a la petición para que el presidente Jovenel Moïse abandone el cargo en medio de una molestia por corrupción, inflación y escasez de productos básicos, incluido el combustible.
Entre los que asistieron a la protesta estaba el empresario Anthony Bennett, quien buscó postularse para la presidencia en 2015 y señaló que el sector privado también tenía afectaciones.
“Creo que es momento de que todos entiendan que las cosas no pueden seguir así”, dijo a los reporteros. “Todos esperan obtener una visa y huir... La población haitiana ha tenido suficiente”.
La policía lanzó gas lacrimógeno contra un pequeño grupo de personas reunido cerca de un par de neumáticos en llamas en el centro de Puerto Príncipe. En el grupo estaba Monteau Patrickson, quien lidera las protestas en la zona.
Señaló que no aceptará otra cosa que no sea la renuncia de Moïse y añadió que se sintió motivado por la manifestación del domingo debido a que incluyó a la burguesía.
“Eso nos dio más confianza”, comentó. “Hay mucho misterio en Haití... la gente está harta de esta situación”.
Las manifestaciones han ocasionado el cierre de negocios, evitado que 2 millones de niños acudan a la escuela y provocado la muerte de unas 20 personas y heridas a casi 200 más.
El ex primer ministro Evans Paul, quien es aliado de Moïse, dijo a The Associated Press el lunes que el gobierno espera reunirse con líderes de la sociedad civil y de la oposición, que han rechazado públicamente el llamado del mandatario a la unidad y para establecer un diálogo.
“Podemos poner todo sobre la mesa”, dijo Paul y agregó que eso incluye el mandato del presidente. “El país tiene que seguir viviendo. Tenemos claro que el mandatario ha perdido el apoyo del público”.
Gran parte del enojo se debe a una investigación del Senado que acusa a exfuncionarios de alto rango de malversar unos 2.000 millones de dólares de fondos vinculados con un programa venezolano de crudo subsidiado que estaban destinados para programas sociales. El reporte también mencionó a una compañía que era propiedad de Moïse, quien ha rechazado las acusaciones de corrupción.
La ONU en un informe reciente de una “inminente crisis constitucional” en Haití dado el fracaso de organizar unas elecciones locales programadas para este mes y señaló que los periodos de muchos legisladores expiran en enero. Además, no se ha aprobado un nuevo presupuesto en dos años, provocando que organizaciones como el Fondo Monetario Internacional, entre otras, retengan la ayuda.
“En este contexto de crisis política, la situación de seguridad continúa siendo volátil”, indicó la ONU y añadió que los homicidios han aumentado un 17% respecto al año pasado.
La protesta del lunes se da un día antes de que la Misión de la ONU en Apoyo a la Justicia en Haití termine su labor y, por primera ocasión desde 2004, que no habrá un operativo de paz Naciones Unidas en el territorio. En su lugar, creará la Oficina Integrada de Naciones Unidas en Haití, que tendrá un papel consultivo.
“El país se encuentra en un momento delicado”, manifestó la ONU. “La prolongada crisis multidimensional que ha estado lidiando desde julio de 2018 da pocos indicios de una reducción o resolución”.
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